Retribución y compensación, ¿es la subida de salarios una ventaja competitiva?
Actualmente, muchas son las empresas que buscan en la reducción de costes ser más competitivas. Incluso muchas, deslocalizan sus centros de producción si con ello mejoran los costes de su actividad productiva.
Por otro lado, la búsqueda de un salario digno que compense el esfuerzo realizado por el trabajador es un caballo de batalla entre los trabajadores, sindicatos y empresarios.
Sin embargo, no todas las empresas siguen la línea de buscar su ventaja competitiva en pagar lo menos posible a sus trabajadores. Muchas son las empresas que están empezando a apostar por desarrollar políticas salariales basadas en el esfuerzo y el éxito.
Henry Ford, el precursor de la producción de automóviles en serie, duplicó las nóminas de sus más de 14.000 trabajadores y redujo la jornada laboral de 9 a 8 horas diarias. Pese a lo que pueda parecer, Henry Ford no ganó menos por esta medida, al revés, mejoró sus resultados.
Y esto, ¿a qué se debió? Antes de aplicar la medida, sus fábricas tenían una productividad baja y una alta rotación de trabajadores. Gracias a la implantación, consiguió mejorar la productividad, aumentar la moral de los trabajadores, reducir drásticamente la rotación e hizo que muchos trabajadores demandaran trabajo en la compañía (llego a recibir 26.000 solicitudes de empleo al día).
«Una regla para el empresario es hacer los productos con la mayor calidad posible, al menor coste y pagando unos sueldos lo más altos posibles». Henry Ford.
Los trabajadores de Google España ganan una media de 145.000 euros al año. A la mayor parte de los españoles esta remuneración nos parecerá algo inalcanzable.
Pero la motivación de Google para mantener salarios altos es la de retener a su personal y evitar que se marchen a compañías como Facebook donde trabajan aproximadamente un 10% de exempleados de Google.
Está claro, que muchas Pymes no disponen de los recursos de Google ni de la Ford Motor Company de entonces. Pero debemos entender que la retribución debe entenderse como una de las funciones con mayor valor estratégico dentro de las empresas y no como un gasto a llevar a pyg.
Debemos hacer un esfuerzo por entender a la plantilla, sus necesidad, cuantificar sus conocimientos, aptitudes y actitudes. Hasta que no seamos capaces de determinar qué vale mi empleado, no seremos capaces de determinar qué debo pagarle. No se equivoque, puede que esté pagando de más o de menos a sus empleados y todavía no lo sepa.
Si estás interesado en aumentar la productividad, reducir costes y aumentar beneficios, llámanos. En Asesoría Tejero estaremos encantados de ayudarte.